viernes, 9 de agosto de 2019

Dormite Tranquilo, que yo cargo mi dolor

La primera vez que te ví, debo confesar iba con toda la expectativa.
"Es re famoso y está divino" había sido la descripción de mi hermana, mientras entonaba -tratando de imitar tu particular voz- "Estoy contento, nena!".
Eran las nueve de la mañana de un miércoles. Ese día habíamos quedado que empezaban mis clases de guitarra contigo. Tu teléfono lo había conseguido Analía en el almacén, en un afiche de esos que tienen los telefonitos colgando como para que arranques uno y te lo lleves. Corría el año 1996, tal vez el peor de mi vida.
Abriste la puerta de tu casa y mi desilusión fue instantánea. ¡Es un viejo! Pensé. Vos, 30 años, yo 16. Me parecía impensable verte con otros ojos.
Y así, ese día te transformaste en mi maestro.
Las clases eran en el monoambiente arriba de la casa de tus padres, a exactamente media cuadra de mi casa. Solamente había una cama, una mesita con unas sillas, y un montón de instrumentos. De Romeo y Dana no había rastros todavía, pero tuve la dicha de compartir contigo la noticia de la llegada de los dos.
No tengo claro si pasaron un año o dos.
Las mañanas de los miércoles eran un clásico...Empezabamos a hacer covers, generalmente de Charly, Fito, o alguna banda de rock argentino, y vos siempre le ponías tu impronta.
En alguna parte debe haber algún cassette grabado con esas clases y vos poniendole tu voz de caño a todas las canciones.
Lo primero que me preguntaba la gente a medida que te fuiste haciendo más famoso era si realmente hablabas como cantabas. Y sí!! Hablaba como cantaba!
Pese a que te conocí en tu momento de mayor fama quizás, tu humildad siempre fue infinita.
Un mate, un fiesta light, y a hacer música.
Tenías más fe en mí que yo, eso sin dudas. Y si hay algo que me arrepiento es hoy no poder hacerte honor tocando como a vos te hubiera gustado.
Le metías mucha exigencia a las pentatónicas, y mi guitarra vieja, con el puente altísimo hacía que fuera un huevo para mi hacerlas. Sin embargo, agarraba una guitarra eléctrica después de aquella guitarrota, y la hacía de goma. Ya no puedo tocar ni el feliz cumpleaños. Te sentirías desilusionado.
Hablabamos mucho de la música, y de la vida también. Siempre fuiste un tipo tan centrado, con tanta cabeza. Pensabamos nombre para mi banda, Uglycultura le habíamos puesto, y nos encantaba el juego de palabras.
Un miércoles a las 0830 sonó el teléfono en casa y eras vos. Me dijiste "Maru Maru, venite rápido, tengo algo que mostrarte"! Y me mostraste en un cassette Candombe Dance, uno de los temas de Cebras, Nácar y Rubí, tu segundo dísco. No habías dorimdo en toda la noche con esa idea brillante de hacer un candómbe que tuviera mezcla de rock, de funk, de soul...Lo escribo y me río, porque te pienso pronunciando esas palabras con vocales abiertas. Todavía siento tu emoción, y la mía de tener la primicia.
El disco empezó a grabarse y ya no tenías mucho tiempo para dar clases. Decidiste dejar a todos los alumnos -menos a mi- y me lo dijiste con tanta solemnidad. Me sentí honrada. Empezaron las clases en el apto de Obligado porque ya se venía Romeo en camino.
La última vez que te ví fue en tu show de música y pintura en el Auditorio Nacional del Sodre hace algunos años.
Siento una profunda tristeza de no haber llevado a todas las personas que amo a ver ese show.
Salimos de ahí con mi hermana pensando "Nunca ví algo igual, es indescriptible".
Te esperamos en la puerta, hacía tal vez 20 años que no me veías, pero me viste y dijiste "Qué hacés, Maru?" y me abrazaste. Nos sacamos una selfie espantosa que no encuentro por ningún lado, y nos regalaste unos dibujos que te mangueamos de los que habías pintado en el show.
Hoy me desperté con este notición. Te imagino pintando y tocando en algún lugar heromso, mirando la locura de mundo que dejaste y reflexionando sobre todo lo que te tocó vivir.
Siempre vas a ser mi maestro. Te voy a extrañar.
Dormite tranquilo, Cló, que nadie va a apagar la luz.

viernes, 17 de marzo de 2017

Trombie: el día que la vida me enseñó que tenía que parar la pata...

No tengo noción del cansancio. No tengo noción del límite. Hasta hace poco me jactaba de tirar tanto tanto de la cuerda, que no paraba cuando la tenía al cuello, sino cuando el banquito ya se estaba balanceando.
¿El motivo?
No lo se.
He sido tan exigente conmigo, me he puesto tantas veces a prueba, que me cuesta un poco mantener el limite entre lo necesario y lo que mi mente me exige para sentir que es suficiente.
Y un día mi mente quiso más, y más y más y mi cuerpo dijo BASTA!
No voy a ahondar en detalles, no vienen al caso. Lo cierto es que un día como cualquier otro, sentí un dolor en la pierna. Al otro día un dolor más fuerte, y al tercer día ya no podía caminar.
"Tengo que parar la pata", decía cada vez que me ganaba el cansancio.
Jodeme!
Una trombosis desde el tobillo hasta la ingle, riesgo de vida, reposo absoluto por un mes y medio (y veremos que pasa). Miedo, cuestionamientos, reflexiones, más miedo, más reflexiones. Pero quietita...
Desde ese 23 de febrero en el que ya no pude caminar hasta hoy, han pasado muchas cosas.
Las paradojas de la vida hacen que el 23 de febrero de hace 13 años atrás me enteraba que iba ser mamá de Guille. Lo llamaba a ese día, el día que me cambió la vida.
Jodeme otra vez!
Todos los planes que tenía para este año, se derrumbaron, al menos los importantes. Pensaba viajar, pensaba retomar la facultad...Ya no se puede...no por este año...
Quería sacar la libreta de conducir (previo aprender a manejar), No way Josè...
Quería pintar el cuarto de Francisco. Ni lo sueñes.
Salir a caminar, NO
Volver al Mami Handball, NO
Ir al primer día de clases de mis hijos, NO
Y estoy aprendiendo a lidiar con estar quieta. He hecho pompones de lana (Triple JODEME), aprendí un par de lecciones de guitarra a través de youtube, dormí, dormí y dormí.
Me tuve que bajar una app para que me recuerde cuando tomar los remedios (por suerte ya no es necesaria)
Aprendí de todo para hacer online, desde usar eBROU al dedillo o cada oferta de Woow.
Pero sobre todo...aprendí algo más importante.
Soy afortunada de la familia que tengo, incondicional como ninguna. Pilar y sostén de mi vida.
Soy afortunada de los amigos que tengo, me cuidaron y se preocuparon como nunca pensè.
Hoy no puedo mas que sentirme agradecida, de los que me rodean, de estar viva, de haber podido parar a tiempo.
Gracias, gracias y gracias a todos los que día a día se interesan por mi salud, preguntan como sigo, me escriben o llaman. A los que han venido, y a los que no han podido pero querrían venir.
Gracias a todos los que me acompañaron en el hospital, donde vivimos momentos increíbles de risa, miedo, dolor y sobre todo poniendo por delante las buenas vibras para que todo salga de la mejor manera.
Hay muchas personas que no están en las fotos pero si fueron una parte fundamental en esta historia.

A mis padres y hermanos, por el amor que me dan día a día, por cuidarme, preocuparse, ayudarme con los niños y todo lo que necesito.
Mi tía Marita, por los turnos que se tomó para cuidarme, el reiki, las charlas hermosas que tuvimos, las milanesas, los imanes, la física cuántica, pero sobre todo el cariño desinteresado.
Andrés por ocuparse de los nenes ni bien volvió de su viaje, y a ellos dos, mis soles, por portarse tan bien y cuidarme. A Guille por robar ensalada de frutas mientras la Abutere no la ve y traerme =)
A Fran por preocuparse todo el tiempo por que no camine y ofrecerse como bastón.
A mis amigas, (las de las fotos) por tomarse turnos para cuidarme y hacerme reír tanto.
A los que me han venido a visitar a casa. 
Al Rana y Fer por estar siempre, en todas y por las medias de Ricardo Fort que amé!
A mis amigas Naty, Lu, Mily, Nani, Flor, Pato y todas las que fueron y no me saqué foto.
Arqui, que fue y es incondicional en esto.
El Francés por sus visitas, sus historias, la revista y el cariño de siempre.
Berta, mi madrina, por las visitas, las charlas, las cosas ricas y los regalos...
Juan Pablo, por diagnosticarme la Trombosis por teléfono y asustándome todo el tiempo para que me quede quieta. Para mi ha sido una persona fundamental en todo esto y siempre estaré agradecida por la dedicación que me ha dado.
Mis jefes y compañeros de trabajo por el aguante.
A todas las enfermeras, Nurses, y Dras, Sarachaga y Colev del hospital militar.
Espero no olvidarme de nadie! Son muchos días y puedo olvidarme de algún nombre...
Los demás, van en las fotos!


 CUIDADORAS DE PRIMERA


 El día que el sillón del acompañante dijo BASTA!
 Las Chiquis
 El baile del caño, Patinando por un Sueño y el Palo enjabonado. Que manera de reirnos!
Lo que tengo que hacer para que me visite el Tincho después de 10 años sin vernos!

martes, 20 de septiembre de 2016

El día que te pedí un respiro...

No tengo claro en qué creer...Pienso en darle una dimensión, escucho teorías, creencias de todo tipo. He leído y aprendido sobre religiones y todavía no puedo definirlo.
Sólo sé que ese 2 de setiembre, a las cinco y media de la tarde, me senté en ese lugar y te pedí un respiro.
No debería ser un día triste, ni malo, ni raro. Se celebraba el 6to aniversario del nacimiento de mi hijo Francisco. Pero también era el 1er aniversario del día más difícil de mi vida y bueno...habían pasado otras cositas que me tenían la cabeza llena de cosas.
Si algo me ha caracterizado en mi vida es la fortaleza. No soy de las personas que baja los brazos fácilmente. A veces quisiera. A veces me gustaría simplemente no pensar, no remar, no preocuparme.
Con el tiempo aprendí a descubrir esos "pequeños momentos de felicidad". #HappinesHappens los llamé. Y ese día a las cinco y media de la tarde lo encontré.
Llegué un poquito antes de la hora a buscar a Fran al colegio. Me senté en el jardín, frente a la Sagrada Familia. Miré a mi alrededor. Es un lugar hermoso, sin dudas. Y te pedí sólo eso. "Un respiro". No tenía grandes pretensiones. Confío desde ya hace mucho tiempo, que sea lo que sea que mueve tus hilos iba a saber encontrar la respuesta justa a mi pedido.
Y no demoraste.
Pasó menos de un día antes de esa llamada...Y no fue un respiro...fue un suspiro.
Si hay algo en el mundo que sabías que quería hacer era este viaje. Lo sabías. Lo soñé mil veces. No me importaba si era en Nápoles o en Paso de los Toros. Yo necesitaba estar ahí ese día. 
Y ahí estaré.
Con esta nota comienza mi viaje...me voy a Nápoles. Se cumple un sueño...y lo que sea que seas, GRACIAS! Gracias por este respiro, transformado en amigos y familia incondicionales...
.

martes, 19 de abril de 2016

Un poco de mi

Insegura para mi, segura para vos...
Me gusta dar consejos y no cumplir los que me dan...
Fan de Attaque desde los 11 años. Tuve el lujo y la dicha de llevar a Ciro Pertusi a comprar alpargatas en un bondi 169, a un lugar de Mvd que ni yo tenía bien claro donde era (por el Palacio Legislativo) y de cruzar el charco en un Eladia Isabel hablando con Mariano de música todo el viaje.
Me pelee con el portero de Azabache (local viejo, año 2000) porque la casa se reservaba al derecho de adminsión y no me querían dejar entrar a mi...A miiii???? Y el lío terminó con 3 patrulleros, mi mejor amiga esposada (para experimentar que se sentía que te lleven preso) y los policías tomando sidra en la esquina...(Sin palabras). Anduve en un carro de supermercado por Ellauri frente al shopping, fui a un boliche, lo estacioné, entre al boliche, estuve un rato, salí me subí al carro y me fui. Manejaba una amiga. Chocamos (contra un cordón...tengo cicatriz en la rodilla...Valió la pena).
Un limpiavidrios de Rivera y Bulevar Artigas me dibujó una vez un corazón de espuma en la ventana de un bondi, porque respondí con un beso a un beso que me tiró. Salí con mis amigas de colada con una comparsa en un boliche de Paysandú, sambando (como si supiera) al ritmo de los tambores. Caminamos 2 metros antes que nos sacaran como chicharra de un ala...pero cómo ros reímos!!!
Dos músicos callejeros chilenos me tocaron exclusivamente Eleanor Rigby (2 veces) con un arsenal de instrumentos enchufados a su alrededor (todavía no me explico) en medio de la calle...Nos sacamos una selfie, nos despedimos a los abrazos. Fue un momento mágico.
Fan de los Beatles, viví el momento musical más lindo de mi vida en el recital de Paul Mc Cartney en 2014 en Uruguay junto a mi mamá y mi hermana.
Le grité los acordes de Arrancacorazones a Spuntone-Mendaro en pleno concierto ante un público por demás silencioso y esa misma noche le dije al tompetista de NTVG que no me gusta NTVG y que tenía entendido que él era famoso, pero que yo no tenía ni idea de quien era...
Vi tocar a la Trampa y el Peyote Asesino en Marraqués en tiempos en que Fede Lima de Socio era Dj...
Miré Attaque con una acreditación de periodista en el perímetro para la prensa entre el vallado y el escenario y me olvidé que era periodista, me convertí en fan y agité las 4 canciones que nos dejaron estar ahí, paradita sola en el medio viendolos tocar. Sublime (mejor momento musical 2).
Aprendí a tocar la guitarra (toco tímidamente y tengo más guitarra que conocimiento) con el capo de Claudio Taddei, que además de ser mi profe, es un maestro de la vida, genio, buen tipo y crá perdido!

Soy amiga de todos en mi barrio, y vivo en Pocitos (para los que dicen que Pocitos no es barrio y nadie se conoce). Mis mañanas empiezan todos los días con el saludo a Roberto, Néstor y Juan (los porteros de mi edificio y los dos de al lado), Guillermo el de la agencia de quinielas de en frente, Juan el cuidacoches, el empleado del local de música de la esquina, la de la panadería, la de la librería, todos los empleados del supermercado de la esquina (y del de la otra cuadra también). También tengo mi amigo de la parada, a quién saludo con beso todos los días...
Soy una convencida de que todo lo que damos nos vuelve. Trato con respeto y cariño a la gente y espero ser tratada de la misma manera.  
Eso sí...Tengo un humor de mierda...tengo la teoría que por cada maldad que me callo me sale un cálculo en la vesícula, entonces digo las maldades así como me vienen y hay gente que se ríe y gente que bueno...no me quiere...
Y acá estoy, tratando de no perder nunca el Norte y poniéndome al día con la vida...Esta soy yo...
Esta es Maru...